¡Sabemos que cuesta empezar pero vale la pena!
Eso te ayudará a sentirte más vital y a mejorar tu peso y masa muscular. ¡Claro que sí! Pero como en todo inicio siempre hay un primer día en el gimnasio, vamos a ver qué es importante.
#1. Conociendo el gimnasio, busco…
El primer día te vas a “perder” entre elípticas, sala de máquinas, de fitness, canchas deportivas y todo lo demás. Escoge empezar por algo suave como un paseo ligero en la bicicleta estática.
#2. Los monitores están para ayudarte
Acércate a un monitor de sala y coméntale cuáles son tus objetivos y cómo puedes llegar hasta ellos. Son profesionales que están ahí para asesorarte sobre la mejor manera para ponerte en forma sin perjudicarte. Ellos te orientarán sobre los ejercicios, el tiempo y el ritmo de entrenamiento que se adecúan a ti.
#3. No te compares con nadie
En el gimnasio habrá de todo, desde los que parece que han “acampado” en la sala de musculación, hasta aquellas personas que están en sus primeros días, pasando por los que no salen de las cintas de correr y de las bicicletas elípticas. Lo mejor es que no te compares con nadie y busques tus propios objetivos que conseguirás con tu propia rutina.
#4. Aparecerán las agujetas
En tus primeros días de gimnasio es muy fácil que aparezcan las dichosas agujetas, es normal y son el resultado de la falta de entrenamiento. A medida que sigas con tu rutina y con el paso de los días éstas deben ir desapareciendo pues tu cuerpo estará más adaptado al ejercicio.
#5. No te apresures
Los resultados llegarán, pero poco a poco. El primer día es la toma de contacto, y el segundo, y el tercero… Piensa que igual que las rutinas necesitan un tiempo para normalizarse en tu día a día, también al cuerpo le cuesta un tiempo empezar a cambiar, por lo que lo mejor que puedes hacer es ir paso a paso.