Cómo controlar la ansiedad por comer dulce

Hay personas que experimentan, en diferentes momentos del día, la necesidad de ingerir alimentos muy ricos en azúcar. Es lo que se conoce como ansiedad por comer dulce y es algo que suele preocupar mucho a quienes quieren empezar una dieta más

Esta ansiedad por chocolate, bollería, galletas, chucherías, refrescos, zumos u otros alimentos dulces puede deberse a diferentes causas.

Causas de la ansiedad por comer dulce

La principal causa es estar expuesto a altos niveles de ansiedad. Seguramente te has preguntado alguna vez “¿por qué tengo tantas ganas de comer dulce cuando estoy nervioso/a o estresado/a?”.

La respuesta está en el cortisol, la hormona que nuestro cerebro segrega para mantenernos en alerta, como ocurre en situaciones de ansiedad y estrés. El problema es que cuando este estado de alerta es constante, nuestro organismo tiende a gastar mucha energía y demandar glucosa (azúcar), que es la fuente de energía más rápida.

A su vez, al comer dulce, nuestro cerebro comienza a liberar dopamina, la llamada hormona de la felicidad. Esto hace que muchas personas perciban que el azúcar calma la ansiedad.El riesgo está en que esta experiencia agradable tras comer alimentos azucarados implica una ingesta más elevada de azúcares que puede no ser beneficiosa para el organismo, y puede crearse un mal hábito que haga esta conducta mantenida,.

Esto puede ser habitual en aquellas personas que están pasando por una situación emocional compleja. En este caso, la ansiedad por los dulces responde sobre todo a una necesidad de llenar ese “vacío emocional” con una sensación placentera.

Otra causa de por qué el cuerpo pide dulce puede ser el aburrimiento. En este caso, en realidad tu organismo no te lo está requiriendo, pero es una manera de distraer la mente. Ahora que ya sabes las principales causas de la ansiedad por comer dulces es el momento de compartir algunos consejos para tratar de controlarla.

Cómo reducir la ansiedad por el dulce

Comer alimentos dulces no es un buen hábito hecho de forma continua y constante, pero todos podemos tener algún “capricho”, y con un a buena dieta se puede tomar algún dulce de forma puntual De este modo, puedes seguir disfrutando con tranquilidad y sin remordimientos de un trozo de pastel en tu cumpleaños, un postre el fin de semana o un helado en la playa.

El problema es cuando sientes la necesidad de comer dulces todos los días y no puedes controlar el impulso. Para ello, te dejamos unos consejos sobre cómo calmar los antojos de dulce que seguro te serán de gran ayuda.

  • Sigue una dieta sana y equilibrada. Comer en cantidades suficientes, a lo largo del día y de forma equilibrada (con comidas que incluyan los principales grupos de alimentos: carbohidratos, proteínas y grasas en las porciones adecuadas) hará que tu cuerpo tenga la energía suficiente durante todo el día y no haya bajadas de azúcar que provoquen una ansiedad por comer dulce incontrolable.

Eso mejoraría esa sensación de ansiedad de dulce después de comer o de despertar con ganas de comer algo dulce.

En ese sentido, puedes consultar con tu médico, nutricionista o farmacéutico de confianza para que pueda ayudarte a seguir una dieta más balanceada y te de consejos para evitar los atracones de dulces.

  • Practica ejercicio físico. La actividad física hace que nuestro cerebro libere dopamina que, como hemos visto anteriormente, aumenta nuestra sensación de bienestar emocional.

Esto podrá hacer que el estrés, la ansiedad se puedan mantener más fácilmente bajo control y mejore consecuentemente esa ansia extrema de comer alimentos con azúcar.

  • Gestiona el estrés. Si sientes que la ansiedad por comer dulce se da sobre todo cuando debes hacer frente a mucha carga de trabajo o tienes muchos compromisos, es importante que busques formas de mejorar tu gestión del estrés.
  • Identifica tus emociones. Muchas veces la ansiedad por comer dulces responde a sentimientos de tristeza, angustia, desesperación o simplemente aburrimiento.

Aunque de entrada te parezca que los alimentos dulces te aportan calma y bienestar, lo cierto es que a veces puede acabar apareciendo más  ansiedad después de comer azúcar. También es muy habitual que sientas remordimientos por haber comido de forma compulsiva y que este pensamiento empeoren aún más tu estado de ánimo.

Por eso, cuando sientas esa ansiedad de dulce, trata de preguntarte por qué puede estar ocurriendo.

Reflexionar sobre ello te resultará de gran ayuda para determinar si realmente el cuerpo te pide dulce o solo tratas de mitigar tu malestar, además de poder controlar las ansias por comer de forma más efectiva.

También puedes tratar de distraer la mente haciendo otras cosas como dar un paseo, leer un libro o escuchar música. Y siempre puedes buscar apoyo en el entorno para mejorar el estado emocional.

  • Opta por alimentos dulces y saludables. Si has comido poco o de forma desequilibrada puede que el cuerpo realmente te esté pidiendo más energía y por eso aparezcan las ganas de comer dulce.

En estos casos, opta por alimentos ricos en azúcar pero saludables como son las frutas y acompáñalos de alguna fuente de proteína y grasa para que sean más saciantes y eviten picos de azúcar que hagan que tengas ganas de comer dulce otra vez al poco rato.

Entonces, ¿qué comer cuando tienes antojo de dulce? Pues por ejemplo, una manzana con un puñado de frutos secos, un plátano con crema de cacahuete, unas fresas con un yogur entero o frutos rojos con una onza de chocolate con más del 85% de cacao.

Para evitar caer en la tentación y sucumbir a la bollería, las golosinas, las galletas, el pan blanco u otros alimentos muy refinados, lo mejor es no comprarlos y, por tanto, no tenerlos en casa.

Por mucha fuerza de voluntad que tengas, en un momento de ansiedad por comer dulce es fácil que acabes eligiendo aquellos más apetecibles y que te aportan esa sensación momentánea de bienestar de forma más rápida.

Esperamos que te animes a poner en marcha estos consejos sobre cómo eliminar la ansiedad por el dulce y que puedas empezar a disfrutar de una alimentación más saludable y sin remordimientos.