Sí, algunas investigaciones sugieren una posible asociación entre la restricción del sueño y los cambios negativos en el metabolismo. A continuación te explicamos por qué se produce esta relación directa entre insomnio y pérdida de peso, pero antes déjanos ponerte un ejemplo con el que seguramente te verás reflejado/a.
Estás en el trabajo después de una mala noche. Has dormido pocas horas, tienes mucho sueño y te cuesta concentrarte. Es muy probable que recorras a otra taza de café y lo acompañes de un croissant, un dónut o cualquier otra pieza de bollería con la esperanza de que te den un poco de energía.
Cuando acabas tu jornada, tenías previsto ir al gimnasio. Pero el cansancio puede a la fuerza de voluntad y decides que ya irás otro día.
Una vez en casa, después de un día agotador, no te apetece cocinar algo saludable y recorres a ultraprocesados o comida para llevar porque “hoy te lo mereces”.
A la hora de dormir, aún te sientes lleno/a y quizás con culpa por no haber comido saludable ni ido al gimnasio y esto dificulta que puedas conseguir un descanso reparador esa noche.
¿Te suena? Es muy probable que sí. El problema es que cuando esto sucede se puede crear un círculo vicioso difícil de romper.
Así pues, no hay duda, el dormir poco puede ayudar a engordar. Pero, ¿por qué sucede esto exactamente?
Las responsables son dos hormonas que se liberan durante el sueño: la grelina y la leptina.
La grelina es la hormona que manda la señal de hambre a nuestro cerebro; mientras que la leptina es la hormona de la saciedad, la que nos proporciona la sensación de que estamos llenos/as.
Cuando dormimos las horas suficientes – los adultos deberíamos dormir entre unas 7 y 9 horas cada noche aproximadamente – la grelina y la leptina se mantienen en un equilibrio correcto. Pero cuando hay insomnio o se duerme poco, se pueden afectar estas hormonas.
El dormir menos parece hacer que tengas más sensación de hambre durante el día y afecta a tu predisposición a realizar ciertas acciones, como por ejemplo, elegir alimentos calóricos y más dulces.
Ahora ya sabes porque dormir poco engorda y por qué los trasnochos pueden estar saboteando tu plan de control de peso.
Además, diferentes estudios han demostrado que el insomnio o descansar menos horas de las necesarias afecta a nuestro estado de ánimo y a nuestra fuerza de voluntad.
Cuando no se duerme lo suficiente, estamos cansados, de peor humor y nuestro cerebro pierde parte de su capacidad y energía para realizar tareas difíciles de cumplir o que requieren de un esfuerzo ‘extra’.
Por ejemplo, ir al gimnasio a primera hora o después del trabajo, cocinar una cena ligera y saludable por la noche o evitar los alimentos ultraprocesados y/o el exceso de cafeína durante el día.
Por todo ello, te recomendamos tener en cuenta los hábitos de sueño para conseguir un descanso reparador.
Esperamos haber resulto la duda de si dormir poco engorda o adelgaza y que te animes a priorizar la calidad de tu descanso. Sobre todo por un tema de salud, pero también para que puedas ver más resultados en tu plan de control de peso.